Fin.

Quedan un par de horas y todavía sigo esperando a ese primer pelotudo que se encarga de armar una "bromita" por este día del inocente. Para este tipo de cosas, para ser pelotudo, siempre se hace un tiempito.

Situación límite.

Hay situaciones que son predecibles. Mientras uno va tomando decisiones sabe lo que puede venir. Por otro lado, creo que nunca estamos preparados para el último chispazo de nuestro encendedor.

Buen año.

Llega fin de año. Llega fin de año y todo tipo de actos que son puro protocolo, por no decir el peor embole desde que terminamos el preescolar. Llega fin de año y en el súper te llevas puesto el pan dulce y la garrapiñada, ya que están hasta entre los congelados. Llega fin de año y cualquier pelotudo te desea que arranques bien el próximo. Llega fin de año y, como al principio de este que pasa y del que está por venir, ya estoy hinchado los huevos.

Qué hacemos?

Entonces disponemos de un feriado en una época de mierda en donde algunos ya están de vacaciones y otros tantos no pueden despegarse de los apuntes pero la mayoría termina armando el arbolito.

Momento único, por sobre todas las cosas.

Entonces me entero de que llegaste a tu casa después de esto, aquello y lo otro, y de repente te encontraste con algo que no esperabas, como esto, aquello y lo otro, y para vos es algo único, te pregunto. ¿Cómo carajo puede repetirse un momento así si lo describiste hasta el hartazgo? 

No se ve.

Sos superficial si te interesa más una camisa bien planchada que un calzoncillo agujereado. 

Al que madruga lo confunden.

Ayer me levanté con ganas de silencio. Justo me senté al lado de aquella señora a la que le gusta hablar pero no te deja opinar. A veces uno quiere agregar algo para no dejarla tan sola, pero no, ella sólo quiere que la escuchen. De todas formas, al final no sé si es K o si iba a comprar el Clarín. Tampoco sé si es feliz, o si a esta hora ya se suicidó. Estoy confundido. Todo por levantarme temprano un domingo.

Tomá. Decidí.

Decidí vos. O bien te digo todos los días lo mismo, o en el intento por ser original, quedo como un pelotudo.

Diferencias.

El hombre y la mujer son diferentes a partir de que la mujer nace con buen gusto y el hombre sale a la calle de bermudas y medias.

A mi, no.

Podés buscar excusas y mentirle a quien vos quieras, menos a tu vieja o a quien sea que te llame cuando estás durmiendo flor de siesta pero querés disimularla.

Luz

Entonces cuando te quedes sin luz justo a la hora de comer, pensá en las veces que por querer hacerte el romántico comiste a la luz de las velas, pelotudo.

Procesando.

Podés tener un día en el que crees no estar pensando en absolutamente nada, totalmente relajado, tirado por ahí. Eso no tiene nada que ver con que a la hora de irte a dormir, te acuestes e instantáneamente te des cuenta de que te olvidaste de hacer algo, siendo que te las rascaste todo el día.

Parece joda.

Parece que no alcanza con que uno ya tenga que viajar en colectivo, sino que también el primer lugar que observa al llegar a destino, es justamente la terminal de colectivos.  

Mamá.

No se trata de ser más o menos inteligente. Es algo innato y no hay vuelta que darle. Cuando dicen “no traten de hacer esto en sus casas”, es obviamente un mensaje para nosotros, los jóvenes. Uno puede intentarlo varias veces, como es mi caso, pero siempre termino pifiando, volviendo a como estaba antes. Sólo mamá sabe cuándo es el momento de guardar las frazadas en el ropero hasta el invierno que viene. 

Escuchemos.

El silencio es eso que se produce cuando compartimos el ascensor con un vecino con el que no tenemos onda. 

Amigos (son) los huevos.

Mientras algunos siguen festejando el “Día del amigo” yo quiero recordarles las veces que ese mismo forro nos acompañaba con sus auriculares puestos. Después no digan que no les avisé.

No te dejes engañar.

Estoy convencido de que pedir un cuarto de helado de limón es como pagar por el aire que respiramos, como si formara parte, tal vez completara, o directamente se camuflara dentro del envase de telgopor.

..

Me recomendaron comer liviano a la hora de cenar. Lo pensé, lo dudé mil veces, no hay nada mejor que prepararse una buena comida y tomarse un buen vino para finalizar el día. Me hice unos fideos con manteca. A las 3 de la mañana me despertó un ruido en la calle, me despabilé, hice una pasadita por el baño, tomé un poco de agua para saciar la sed, y volví rápido a la cama. No conseguía volver a soñar. Al final me di cuenta de que no había sido el ruido de la calle, ni tampoco las ganas de ir al baño, y mucho menos la sed. Al final me di cuenta de que me estaba cagando de hambre.

Foto perfil.

No me interesa pensar el camino que te condujo a que en todas tus fotos muestres siempre el mismo perfil, por no decir que en todas y en cada una, pones la jeta de la misma manera. Pero si de algo estoy seguro, es que te llevó un tiempo, quizás mucho más del que llevas mostrando lo que al final parecen todas fotos iguales, salvo por lo que queda de fondo. Lo cierto es que muchos siguen buscando su mejor lado, y a otros, directamente, no nos interesan nuestras fotos, y mucho menos, las tuyas…

Basta ya!

Pienso en las personas que arriesgan un “Sin palabras” y en seguida se me ocurre decirles que se las hubieran ahorrado. O quizás se trate de un ida y vuelta en donde en un momento uno no tiene interés alguno en hacer un comentario o tal vez nada se le ocurre, pero al mismo tiempo pretende tener cierta participación. En resumen, deja de comentar por comentar, y más aún si vas a decir pelotudeces…

Yo.

Creo que hacer comentarios pesimistas sirve para saber que siempre existe alguien más desgraciado que uno. Lo malo es creer que justamente soy yo, quien los escribe, el más desgraciado de todos.

Alterado.

Si hay algo que me domina es la ansiedad. Vivo alterado. Vivo alterado porque constantemente voy combinando actividades. Pero no se trata acciones conjuntas como dormir y descansar. Por ejemplo, mientras escribo estas palabras, estoy cocinándome una milanesa. Me levanto para ir a controlar que no se queme y, a la vuelta, ordeno y pongo en su lugar algunas cosas que estaban sobre la mesa, y que obviamente, ése no es su lugar.

Consejo..

Si hay algo que aprendí en la vida es que nunca hay que festejarle algún comentario a un borracho, salvo que no te incomode la idea de fumártelo durante todo un viaje.

Desconfío de la vida.

Muchas veces nos preguntamos qué clase de persona somos. Empezamos a analizar distintas situaciones que nos presenta la vida, para luego ver de qué manera reaccionamos, y a partir de ahí intentamos descubrirnos. Lo primero que se me ocurre es que soy un tipo muy desconfiado, lo soy hasta en el supermercado. Y te doy un consejo. Nunca agarres un desodorante de la primera fila.

Todos mienten!

Entiendo que muchas veces se abstraigan de la realidad, aunque para eso se crearon otros géneros. Entonces no me vengan con que en la vida real de una persona, y más aun siendo jóvenes, se pueda vivir tranquilo, embriagarse cualquier día de la semana, tener siempre un mango en el bolsillo, todo esto, laburando sólo un par de minutos dentro de una película en la que durante el 90% de la misma, están, literalmente, de farra.  

Futuro.

A esta altura creo que es tiempo de pensar en un futuro, de dejar a un lado la idea de una segunda o tercer adolescencia, y armarme como una persona ya adulta. Me siento a pensar y lo primero que se me ocurre es vender cepillos de dientes en la terminal de colectivos, si al final todos se los olvidan en sus casas.

...

Definitivamente en otra época, muy lejos de la que transitamos, era mucho más fácil quedarse en casa un sábado a la noche. Hoy madrugás un domingo y 300 pelotudos te publicaron lo que te perdiste.

Siempre, siempre...

Cuando hace calor, cuando hace frío, con 80% de humedad, con menos y más también, cuando hay viento y cuando no, a la tardecita cuando baja el sol, por la mañana cuando sale y también durante la noche, en el baldío a la vuelta de casa, en mi departamento en un tercer piso o en el tuyo, en el décimo. A mi no me jodan con el fin del mundo, si siempre van a haber mosquitos!

Mirá qué distintos somos...

Innumerables son las costumbres o formas que diferencian a las personas entre sí. Algunas hacen que entre unos se rechacen y otros, se acerquen. Después de todo, creo que aún podemos seguir siendo amigos aunque siempre dejes en el plato el bordecito de la pizza. 

Edades.

Qué paradoja y qué confusión me genera que mientras mi cuerpo esté queriendo ingresar en la tercera edad, mi mente trate de meterse de lleno en una segunda adolescencia…

¿Qué hago?

Puedo ordenar las latas de la alacena girándolas para que la marca quede de frente, puedo dejar la pava reposando siempre en la hornalla trasera izquierda cuando está en desuso, puedo hablar con las llaves del gas cada vez antes de irme a dormir para asegurarme de que están cerradas, y muchas cosas más si me dejan pensar un poco, pero si hay algo que me incomoda terriblemente es desconocer el orden de los cubiertos en el primer cajón. De cualquier forma quedan mal!

Crisis/Familia

Desconozco si tendrá que ver con la crisis económica o no, pero cuando era chico me entretenía jugando o molestando a alguno de mis hermanos. Ahora, cada vez que vuelvo a casa me la paso mirando televisión. Claramente existe una conexión entre estas dos formas de distraerse en épocas tan dispares. En algún momento mis viejos dejaron de sacar hermanitos de la galera y empezaron a ubicar televisores en cada rincón de la casa.

Otra duda, y van...

MI duda del día tiene que ver con la siguiente pregunta… ¿Qué carajo hacemos con la gente que dice no mirar televisión pero se entera de cosas que sólo pasan ahí?

Desperdicio de tiempo.

De verdad no se me ocurre ningún calificativo para “las personas” que en una sala de espera derrochan su tiempo hojeando una revista de chimentos… ¡De meses atrás!

Verdad!..

Los tipos que ayer salieron a la calle mostrando su campera de cuero son los mismos que al primer calor de septiembre van a salir de musculosa y ojotas.. 

Hoy..

Hoy es tan claro distinguir entre la falsedad y el verdadero interés hacia una persona, como quien pone un “Me gusta” y quien te escribe en el muro.

..

Discrepo con aquellos que dicen que hay que analizar si una persona es una buena compañía, o si en realidad se trata de una mala influencia. Tampoco estoy de acuerdo con que tengamos que leer algún libro al respecto. En mi caso, yo considero un enemigo al tipo que si le das 5 minutos más, te cuenta el final de la película…

Vejez..

Cuando tener una botella de Terma® en la heladera nos convierte automáticamente en un viejo, y una de amargos Marolio® en un jubilado.

Desconfío!

Hay personas que se pasan la vida desconfiando absolutamente de todo. No simplemente de las personas, sino más aún de lo que creen que pueden esperar de ellas. En mi caso, elijo en quienes quiero confiar, hasta ahora no me puedo quejar. Pero definitivamente si desconfío de algo en esta vida de mierda con la que me toca cargar, es sin dudas del asiento vacío en el colectivo, cuando alrededor hay gente que viaja de pie.

Ordenado y pesimista..

Ser ordenado y pesimista son las peores cosas que me pasaron en la vida. Por ser ordenado, nunca me encuentro ante esa situación tan llena de adrenalina para muchos en la que encuentran plata en los bolsillos de algún pantalón usado. Y por ser pesimista, estoy seguro de que si me pasara, por algún descuido o en mi caso, (des)gracia divina, ese billete sin dudas, sería de $2.

Tema recurrente.

Ya es tema recurrente. Lo cierto es que al ver en el interior de la alacena y/o de la heladera insisto en que el hecho de que no conozcan en profundidad a uno lleva a las personas, supuestamente las más allegadas, a dejarme mayonesa por todos lados. Quizás sólo sea una forma de decirme “Te estoy controlando, pendejo, ponete a estudiar”. Mañana publico sobre mosquitos…

Diferencias..

Qué distintos somos. Mientras que muchos de ustedes se encuentran planificando o sacando números para hacerse una escapada a Brasil para el Mundial, y mientras otros tantos, más organizados, ya lo hicieron desde hace varios meses o años, yo sigo acá, barajando números y pensando en la posibilidad de poner el cable.

Engaño..

Algunos dicen que las mujeres se las ingenian mejor a la hora de engañar a su pareja, por lo que el hombre es más estúpido a la hora de hacerlo. No pienso opinar sobre el tema. De lo que si estoy seguro es que ni hombres ni mujeres son capaces de engañar al estómago con una mísera barrita de cereales. ¡Nos conoce desde toda la vida!

Sin sentido, ironía o paradoja de la bolsa de residuos.

Muchas veces empezamos a pensar cómo sería nuestra vida cuando por fin nos independicemos económicamente de nuestros viejos. Es así como nos acercamos a quienes lo están haciendo y les hacemos preguntas referidas a la suma de dinero que ganan, y si les alcanza no simplemente (¿simplemente?) para pagar el alquiler, sino también por las cosas que deben resignar y demás. Después de todo, no tengo dudas de que uno por fin lo logra y deja de tener problemas de dinero cuando de repente uno deja de utilizar las bolsitas que nos robamos del súper, al punto de usar triple bolsa para la tan anhelada botella de fernet de 1lt, y empezamos a comprar bolsas de residuos, que paradójicamente guardamos en una de las nombradas anteriormente bolsitas del supermercado, para ser utilizada como bolsa de residuo cuando éstas se terminen. Con este criterio, uno llega a independizarse sin poder hacerlo en su totalidad, declarando inválido el comentario pero siendo igualmente publicado y leído por ustedes. Moraleja: nunca pienses en independizarte, o por lo menos económicamente.

Miedo al ridículo..

¿Cuántas veces sentimos que no estamos preparados para dar el siguiente paso? Una cuestión que tiene que ver quizá con inmadurez, a veces inseguridad, o simplemente por el miedo al ridículo. Creo que nunca es más evidente como cuando nos detenemos a pensar, frenando la marcha y analizamos lo que vendrá cuando estamos a punto de atravesar una puerta de vidrio en un lugar público.

Situaciones 2014

Muchas situaciones se nos presentan día a día y tantas nos dejan boquiabiertos y hacen que instantáneamente dejemos de hacer los que estamos haciendo para quedarnos parados y sin emitir palabra alguna. Numerosas situaciones tan distintas entre sí y que nos hacen reaccionar casi siempre de la misma manera. Como si ver a tu vieja en pelotas fuera lo mismo que el ascensor se detenga y suba algún vecino mientras nos estamos mirando al espejo.