Ser ordenado y pesimista son las
peores cosas que me pasaron en la vida. Por ser ordenado, nunca me encuentro
ante esa situación tan llena de adrenalina para muchos en la que encuentran
plata en los bolsillos de algún pantalón usado. Y por ser pesimista, estoy
seguro de que si me pasara, por algún descuido o en mi caso, (des)gracia
divina, ese billete sin dudas, sería de $2.
domingo, 30 de marzo de 2014
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