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de una película aburrida o del cansancio acumulado de la semana, me quedé
dormido. Eran las 7 de la tarde. Me desperté cuando ya finalizaba el día. O comenzaba
uno nuevo, por lo menos para mí. En ese momento empezaron mis dudas. Y me di
cuenta de que todo el tiempo, todos mis días, transcurrían de esa manera. Me
paro y te miro. Trato de enfrentarte. Y no sé qué hacer. Son muchas las
opciones. Y no puedo pedirte un tiempo. Ya no puedo seguir demorando. Tengo muchas
cosas que hacer. Alguien me está esperando. Agarré el Mendicrim Clásico y seguí
adelante. Los tholem, los Finlandia, los iLolay y La Paulina con todas sus
variedades; quedaron atrás.
viernes, 4 de septiembre de 2015
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