Ordenado y pesimista..

Ser ordenado y pesimista son las peores cosas que me pasaron en la vida. Por ser ordenado, nunca me encuentro ante esa situación tan llena de adrenalina para muchos en la que encuentran plata en los bolsillos de algún pantalón usado. Y por ser pesimista, estoy seguro de que si me pasara, por algún descuido o en mi caso, (des)gracia divina, ese billete sin dudas, sería de $2.

Tema recurrente.

Ya es tema recurrente. Lo cierto es que al ver en el interior de la alacena y/o de la heladera insisto en que el hecho de que no conozcan en profundidad a uno lleva a las personas, supuestamente las más allegadas, a dejarme mayonesa por todos lados. Quizás sólo sea una forma de decirme “Te estoy controlando, pendejo, ponete a estudiar”. Mañana publico sobre mosquitos…

Diferencias..

Qué distintos somos. Mientras que muchos de ustedes se encuentran planificando o sacando números para hacerse una escapada a Brasil para el Mundial, y mientras otros tantos, más organizados, ya lo hicieron desde hace varios meses o años, yo sigo acá, barajando números y pensando en la posibilidad de poner el cable.

Engaño..

Algunos dicen que las mujeres se las ingenian mejor a la hora de engañar a su pareja, por lo que el hombre es más estúpido a la hora de hacerlo. No pienso opinar sobre el tema. De lo que si estoy seguro es que ni hombres ni mujeres son capaces de engañar al estómago con una mísera barrita de cereales. ¡Nos conoce desde toda la vida!

Sin sentido, ironía o paradoja de la bolsa de residuos.

Muchas veces empezamos a pensar cómo sería nuestra vida cuando por fin nos independicemos económicamente de nuestros viejos. Es así como nos acercamos a quienes lo están haciendo y les hacemos preguntas referidas a la suma de dinero que ganan, y si les alcanza no simplemente (¿simplemente?) para pagar el alquiler, sino también por las cosas que deben resignar y demás. Después de todo, no tengo dudas de que uno por fin lo logra y deja de tener problemas de dinero cuando de repente uno deja de utilizar las bolsitas que nos robamos del súper, al punto de usar triple bolsa para la tan anhelada botella de fernet de 1lt, y empezamos a comprar bolsas de residuos, que paradójicamente guardamos en una de las nombradas anteriormente bolsitas del supermercado, para ser utilizada como bolsa de residuo cuando éstas se terminen. Con este criterio, uno llega a independizarse sin poder hacerlo en su totalidad, declarando inválido el comentario pero siendo igualmente publicado y leído por ustedes. Moraleja: nunca pienses en independizarte, o por lo menos económicamente.

Miedo al ridículo..

¿Cuántas veces sentimos que no estamos preparados para dar el siguiente paso? Una cuestión que tiene que ver quizá con inmadurez, a veces inseguridad, o simplemente por el miedo al ridículo. Creo que nunca es más evidente como cuando nos detenemos a pensar, frenando la marcha y analizamos lo que vendrá cuando estamos a punto de atravesar una puerta de vidrio en un lugar público.