Uno a veces exagera cuando se mete de lleno con alguna
temática, más aun cuando se trata de algo que lo afecta directamente. En este
caso son varias las veces que traté de maniobrar la puerta de la heladera,
espiando casi para hacerle creer a la misma que en realidad no estoy prestando
atención, haciéndome el distraído y sin pensar que, en realidad, estoy tratando
con un artefacto eléctrico, y poder comprobar finalmente si la maldita luz se
apaga cuando la misma se encuentra cerrada.
lunes, 5 de noviembre de 2012
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