Yo creo que a las moscas y a los mosquitos habría que calificarlos según quién rompe más las pelotas. Por ende, por qué llamar “mosca” a la mosca y “mosquito” al mosquito, si es el segundo el que, además de zumbarte al oído, ¡te chupa la sangre! ¿O será que los términos provienen de alguno de esos idiomas raros y en los que “mos” significa el insecto y la segunda parte su acción? Entonces, “ca” significa nada, que sería lo que hacen las moscas, y “quito”, ya saben, ¡la sangre!
lunes, 8 de agosto de 2011
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