viernes, 16 de abril de 2010

Cafécon Leche (18:30-18:32)

Mi mano toma (al igual que la boca) una taza, introduce en ella 350cc de leche fría y la dirige hacia el microondas. El dedo índice es el encargado de pulsar un tiempo de 2 (dos) minutos y luego el encendido. Más tarde, y al grito de “piiiiiip, piiiiip, piiiiiiiiiiiiiiip” me acerco ansiosamente (como a lo largo de toda mi vida), abro su respectiva puerta, y es justamente esa ansiedad la que toma la taza y la dirige en un ángulo mayor a 45° con respecto al nivel del plato, lo que produce una colisión de la misma con el borde superior del electrodoméstico. Estos ruidos onomatopéyicos, si me permiten la expresión, son indescriptibles, y a la vez acompañados de clarísimos “La pu… madre que me re parió”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso no es nada, yo conozco a uno que .. ¡apoyó el vaso en el aire jugando pipeline!

twentytwo.

Anónimo dijo...

Genio, buenisima la explicacion del derrame de leche jeje, pero le cambiaria el titulo, xq nunca llego a ser Cafe con leche jeje..
Abrazo, Cani