viernes, 26 de marzo de 2010

and Silence that speaks so much louder than words..

Y mientras las personas pasan sus días preguntándose el "por qué" de tantas cosas que acontecen en sus vidas, yo no dejo de asombrarme sobre la necesidad de todo tipo de alimentos de contener jarabe de maíz por... ¿Por qué todo tipo de alimentos asumen el jarabe de maíz dentro de sus ingredientes?

sábado, 20 de marzo de 2010

Mundo vs. Pollo

A la hora de planear la cena, se plantea una rivalidad entre la carne de la vaca y la del pollo. Está claro que la primera lleva las de ganar, ya que la otra “tiene mucho desperdicio”. Es por esto que la mayoría de las veces termina optándose por el vacuno. Ahora, como defensor del pobre e indefenso pichón, tengo que plantear lo siguiente.

Cuando hablan del desperdicio del pollo hacen referencia a lo que tiene que ver con huesos, cartílagos y un mínimo porcentaje de grasas. Lo cierto es que a la hora de comer del vacuno disfrutan consumir toda la grasa que tan rico lo hace. Mi pregunta es… ¿Por qué no prueban comerse los huesos, cartílagos y ese mínimo porcentaje de grasas del pollo? Van a ver, y ahora sí, qué es lo que rinde más, cuesta menos, y tiene menos desperdicio!

jueves, 18 de marzo de 2010

¿Cómo...?

Continuando con la manera de actuar con la cual guío gran parte de mi vida, estos son, mis formas de reaccionar frente a las cosas que se me presentan, he llegado a descubrir un modo de comportamiento a seguir ante la mal denominada imposibilidad de conseguir el apego que buscamos para con ciertas personas cuando éstas actúan con indiferencia hacia nosotros.
Lo primero que hay que hacer es lograr, y con todo lo que esto significa, el odio hacia uno. De esta manera, estaremos a sólo un paso de obtener su cariño, ya que, como una vez más, hay "un dicho que dice" del amor al odio hay sólo un paso, por lo que también esto debe cumplirse a la inversa.

lunes, 1 de marzo de 2010

¿Cómo aprobar una materia?

Hay un dicho popular que, “paradójicamente” dice: “apunte manchado, examen aprobado”. No sé si seré parte de los llamados “cabuleros”, lo cierto es que me encuentro muy apegado a este decir.

En mi caso, a la hora de estudiar, ya es rutina sentarme en el lugar de la casa más alejado de todo aquel artefacto que implique ruidos molestos (incluyendo a mis hermanos), encender ambas lamparitas y empezar a leer, siempre con el mate a mi derecha, como Padre e Hijo, como aprendí en el bendito colegio al que asistí. Acá es donde aparece la relación entre mi apego a la frase y mi rutina a la hora de estudiar. ¿Qué mejor que cebar mates sobre los apuntes? Esto aumenta las probabilidades del cometido. Algunos pueden pensar “Me hago el dolobu, mancho mis apuntes apropósito y… ¡Una menos!”. ¿Una menos? Aquí, a la hora de demostrar los conocimientos, para los que nos gusta jugar limpio (no duden tanto y continúen leyendo), surgirán titubeos ya que el hecho se dio intencionalmente, y no es así como funciona. Por lo tanto, si les pasa como a mí, harto ya de cebar mates de forma tan egoísta, no pudiendo lograr la faena de ensuciar sus apuntes casualmente, les aconsejo que lo mejor para este momento es, ya que se acerca el día menos esperado, reunirse a compartir sus ideas junto a sus compañeros de clase, hacerle preparar unos buenos verdes (como mejor me gusta llamarlos) al menos adiestrado, y así esperar, y lo digo por experiencia, no más de dos rondas, a que impensadamente éste vuelque el mate sobre tus apuntes.