miércoles, 31 de diciembre de 2008

Es sólo una cuestión de trabajo

“Si eres empleado, jugarás al fútbol. Si eres gerente, jugarás al tenis. Pero si eres dueño de una empresa… jugarás al golf.
Como verás, cuánta mayor es la responsabilidad… más chiquitas son las pelotitas.”

(Roberto Pettinato. Entre la Nada y la Eternidad)

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Un pacto en el año 0.

Todo tipo de convenios o pactos entre las personas existen desde el mismo momento en que existe el hombre sobre la tierra. Seguramente uno de ellos, allá por el año 0, fue el siguiente. Un acuerdo en el que no participaban precisamente dos personas, sino una persona (¡Y qué persona!), y una cosa, ciertamente el pan. Trato de imaginarme la situación y la primer imagen que viene a mi mente es la de Jesús sentado de un lado de la mesa con una hoja en su mano derecha y una lapicera BIC en la izquierda (era zurdo, como el Diego). Del otro lado de la mesa y enfrentado con el Hijo de Dios, se encontraba Felipe (de Pan, en aquel entonces se usaba el apellido materno; con motivo de la cagada que se había mandado Adán. Más adelante se pudo comprobar científicamente que las manos que habían tomado esa manzana eran las de Eva). En la hoja, escrito en su respectivo idioma (Aclaración: aquí lo escribo en castellano para que ustedes puedan entenderlo) algo que decía más o menos así:

“Por la presente certifico yo, Felipe de Pan, un acuerdo con el señor Jesucristo, Hijo de Dios Padre Todopoderoso (Pregunto: siendo su padre “Todopoderoso”, ¿existía realmente la necesidad de firmar un pacto con Felipe?), en el que me comprometo a hacer degustar, todos los santos días en su mesa, a su familia, con el fin de obtener, en un futuro, un reconocimiento, a través de la escritura, en La Biblia”

Esa hoja finalmente fue firmada por ambas partes, y sin duda que los dos estarán muy satisfechos. Mejor aun Felipe, ya que hasta el día de hoy sigue imprimiéndose la Santa Escritura.

Aprendiendo en la Facultad pública.

Aprendí muchas cosas en estos dos últimos años. Pero sin duda, lo más importante fue...

"El sabor de una milanesa es proporcional a la vejez del aceite"

martes, 23 de diciembre de 2008

Noche (a)normal.

¿Quién dice que las cosas llevan una previa organización? ¿O que al menos las mejores son así porque fueron mejor planeadas? Discrepo totalmente.
Una noche diferente, a la deriva, “adonde el viento me lleve” como dicen muchos aventureros. Bajar del bondi, recorrer varias cuadras buscando a un ser que tenga aquel elemento que el día en que fue descubierto cambió totalmente la vida de las personas. Llegar al lugar donde se encuentra el acompañante de esa noche totalmente distinta, ese lugar que le provee lo necesario para pasar sus días. Conocer el ambiente, charlar y conocerse. Pasarla bien, ése es el fin. A medida que transcurre la noche, partir de ese territorio con otras intenciones, sin dejar la idea de seguir pasándola bien. Llegar a su entorno, y prepararse para alzar el vuelo (¡qué buena frase! La encontré en “sinónimos”)
Una vez afuera, ver que se aproxima una tormenta, y por qué maldecir, si por algo pasan las cosas. Nada es porque sí. Buscar un bar, pero terminar yendo a otro. Pedir una cerveza. Una cerveza dije, no una cerveza caliente. Y como todo, también tiene una explicación: algo anda mal… ¡la heladera! Nos fuimos, y no sólo por la mala atención sino porque buscábamos otro entorno, más festivo. Al llegar al lugar que pretendíamos desde un principio, nos percatamos de que se encontraba cerrado. Claro, eran las 6 de la mañana. En ese momento se toma otra decisión, como las de toda la noche, sin previa organización. “Vamos a un lugar donde pasen buena música y vendan cerveza” (fría). “Y bueno, ese lugar es el willie”. Nos encontrábamos lejos, por lo tanto decidimos buscar el medio que mejor nos alcance, es decir, un taxi. La búsqueda se hace intensa. Caminamos un par de cuadras, hasta que finalmente encontramos uno. “Ya llevó gente al willie?” “La verdad, es el tercer viaje de la noche”. “Ok, está bien”. Malos pensamientos nos acechan, es por eso que Dios nos otorgó uno izquierdo. Quizás la razón fue: si hay uno derecho, también debe haber uno izquierdo. Y claro, sino sería el del medio. Al arribar al templo del rock y del blues, nos encontramos con lo peor que nos podía suceder. ¿Lo peor dije? Retiro lo dicho. Nada es “porque si”. Se encontraba totalmente cerrado. Pero las hamburguesas… ¡qué buenas que estaban! En realidad, las hamburguesas y las no hamburguesas. En ese instante continuamos con el recorrido, sin un destino cierto, pero con el mismo fin de siempre: pasarla bien. ¿Y cómo pasarla bien? Fácil, comprar una cerveza y escuchar música. Todos encontramos la felicidad en ese par de cosas. “¿Qué música pasan ahí?” “Rock”. “¿Nacional o internacional?” “Un poco de todo, pero más nacional”. “Costumbres Argentinas”. ¡Qué pregunta pelotuda! 8 de la mañana. Y como en casi toda la noche, la cerveza diciendo presente. La cerveza hace la felicidad. Pero la felicidad no hace la cerveza, de eso se encarga la malta. Sentados en una plaza, planeando actividades para un futuro, cercano o no, no sabemos. También reflexionamos. Costó expresarse (leer todo el texto anterior para saber la razón de este inconveniente) pero si hay algo que rescatar es lo siguiente: “si pensamos en todas las oportunidades en que tomamos cerveza, creo que no hay un minuto del día en que no lo haya hecho”. De repente y cuando menos se lo esperaba, se termina el vaso. Y cuando no queda bebida, es como si se rompiera una taza. ¡Cada cual a su casa!

lunes, 22 de diciembre de 2008

TÓMALO o déjalo.

Si manejas, no tomes... no manejes!!!

viernes, 19 de diciembre de 2008

¿Y cómo no vamos a ser machistas?

El heladero sirve los helados y la heladera ni siquiera sirve para mantenerlos...

jueves, 18 de diciembre de 2008

El dilema del Mosquito

¿Por qué siempre es UNO el mosquito que no nos deja dormir? Sería mejor si fuesen diez o veinte, una cantidad importante. Si al final de todo, sea uno o sean veinte, siempre UNO se nos escapa de las manos y nos termina molestando igual. En cambio, siendo un gran número de éstos, podemos desquitarnos matando a un par, mientras los demás nos siguen robando la sangre, como de todas formas lo haría ese UNO.

martes, 16 de diciembre de 2008

Que alguien me diga por qué.

¿Por qué cuando estás escuchando el mejor tema de un Cd suceden ruidos de todo tipo si cuando se reproducían los temas anteriores el silencio era total?
¿Por qué la parte principal de una película está siempre acompañada de algún comentario que te impide prestar atención en ese mismísimo instante?
¿Por qué las personas responden con preguntas?

domingo, 14 de diciembre de 2008

Sabiduría pura

Me encantan los "neobosteros". Conocen a Boca hace 8 años. Dios santo. Gracias viejo por hacerme de River. Hoy más que nunca... Boca: sos sólo presente...sos novedad. Nada más. River desparramó gloria en dos siglos distintos. La historia de Boca del 2000 para atrás entra en un floppy disc. Y del 2000 para acá, época en la que Voka ganó muchas cosas, River igual ganó cinco títulos.

martes, 9 de diciembre de 2008

Esto me lo enseñó un Amigo..

Podés estar a 200 metros de una persona que no quieres y a 200 kilómetros de una persona que quieres, y vas a estar siempre mucho más cerca de esa persona a la que quieres.