Hoy
pienso que la única comida que debería estar permitida en los cines es la
gelatina. Después pienso que, de ser así, los idiotas que van a comer a las
salas, morderían las cucharas. Porque supongo, o estoy seguro, de que lo último
que les interesa es mirar la película, y lo primero, molestar al de al lado.
jueves, 10 de diciembre de 2015
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