Las
personas en general pero sobre todo los jóvenes sabemos que es abismal la
diferencia entre un sábado y un domingo. Este contraste, claro está, tiene que
ver con la energía con que uno dispone, y depende justamente de lo que hagamos
en el momento que separa ambos días. Dicho de otra manera, depende de cuánto
tomemos durante la noche del sábado y la madrugada del domingo. Yendo al grano,
en muchos casos uno llega al límite de no poder compartir un vino con el viejo o
unos mates con mamá durante el domingo. Definitivamente, Cristina no salió el
sábado.
martes, 3 de marzo de 2015
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