sábado, 31 de enero de 2015

Racismo (y nadie hace nada).

Como si en las películas los hijos fuesen parecidos a sus padres te aclaran que es adoptivo sólo cuando el mismo es “negro”.

jueves, 29 de enero de 2015

La historia de mi vida.

Contás algo y te dicen "Bueno, son épocas...". La historia de mi vida.

Tema actual.

Quizás algún día me levante de buen humor y principalmente con un mango de más en el bolsillo y así poder volver a generar con vos lo que la inflación llevó al desencuentro. Te extraño, mortadela.

lunes, 26 de enero de 2015

Encuentros.

Mucho se habla durante los últimos años sobre nuestra sociedad. Creo que nuestra sociedad no va a cambiar hasta que dejemos de pensar en que si nos responden con un “Ja”, es porque están siendo irónicos, si lo hacen con un “Jaja” es porque no llegamos a hacerlos reír lo suficiente o, por último, cuando se liberan con un “Jajaja” lo hacen porque son medio pelotudos y se ríen demasiado por cualquier estupidez; y empecemos a encontrarnos un poco más.

jueves, 22 de enero de 2015

Mi familia.

Si quieren tómenlo como un reclamo. Lo cierto es que a las familias numerosas nunca nos invitan a comer, porque significamos cuatro kilos más de asado y encima, llegamos tarde. ¡Nadie se va a ir a bañar a las 7 de la tarde!

martes, 20 de enero de 2015

Equilibrio.

Quedate tranquilo que todo se encuentra en un equilibrio constante. Mientras algunos somos tan desgraciados, otros compran una caja de una docena de huevos que trae trece.

lunes, 19 de enero de 2015

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Mediante un llamado a la solidaridad por no pedir que dejen de ser tan pelotudos, ruego que dejen de castellanizar las letras de las canciones porque después de eso se me hace imposible volver a escucharlas y evitar hacer lo mismo que ustedes y quedar como un idiota, como ustedes.

Hasta que.

Está bueno vivir solo. Está bueno vivir solo hasta que llega el momento en que te encontras en la ducha y te olvidaste de llevar una toalla.

sábado, 17 de enero de 2015

Momentos de supermercado.

Demasiados momentos y tan dispares cuando se trata de ir al supermercado. Abrir la heladera e instantáneamente empezar a pensar que ya es momento de organizarse para dar paso a lo que será una mañana o una tarde perdida. Una vez que estás ahí, se entrecruzan las sensaciones entre repasar qué es lo que verdaderamente hace falta, qué es lo que nos gustaría tener cuando abramos la puertita de la alacena (esa que siempre estuvo algo falseada y nunca “tuvimos tiempo” para arreglar), y esa alegría que corre por las venas como va a correr el vino que nos damos el gusto de llevar. Después de eso, una vez ya en la caja, ver el monitor que va sumando billetes y observarlo de forma semejante al momento en el que el Pipa le pega mordido y se pierde el gol que nos hubiera dado el Mundial. Y para terminar de cagarla, tener que cargar con esas bolsitas que nunca aguantan y que si usas doble los ecologistas te miran mal y porque encima las usas para la botella de vino porque sos un borracho que ya está perdido. 

domingo, 4 de enero de 2015

Es ley.

Recién empezamos un nuevo año por lo que todavía no sé qué tan bueno o qué tan malo puede llegar a ser. Tampoco entiendo por qué simplemente no puede tratarse de "un año más". Menos aun tuve tiempo de poner en la balanza el último año para analizar cómo carajo fue. Pero, sin dudas este año, como todos los que pasaron y los que vendrán, voy a volver a enredarme cuando me cruce con un cable.