Existen dos momentos en los que
uno por fin decide cortarse las uñas: uno, el más común, es cuando estamos totalmente al pedo. El
otro, cuando ya se trata de una necesidad, es cuando nos limpiamos las orejas
y sale algo más que cera…
domingo, 28 de julio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario