Mi vida no es nada ordenada. El
año pasado, el colectivo pasaba entre las 6.53 y las 6.55 todas las mañanas.
Este año, lo hace entre las 6.55 y las 6.57. Es decir, de una u otra manera, lo
hace en un intervalo con dos minutos de retraso con respecto al año anterior. Dos
minutos por día, en cinco días hábiles por semana, son diez minutos. Por mes,
son 40 minutos. En once meses de trabajo, son 440 minutos, por lo menos durante
este año, es decir 7.33 horas. Este año voy a poder dormir 7.33 horas más que
durante el 2012. Este año, 2013, voy a terminar más descansado que el año
anterior. De todas formas, voy a necesitar vacaciones...
jueves, 28 de febrero de 2013
lunes, 25 de febrero de 2013
Basta de hablar en los colectivos..
Con el paso de los años fuimos
aprendiendo nuevas tácticas para esquivar esas conversaciones en las que nada
nos interesa. La más utilizada es la de buscar los auriculares en la mochila,
y, al mismo tiempo en que vamos desenrollando los auriculares, respondemos con
algún “si, puede ser, que se yo”, para no ser tan cortantes, pero al mismo
tiempo dando por finalizado el tema. Otra de las maneras es sacar un libro y
empezar a ojearlo un poco, todo esto para terminar, como en la primera opción,
cerrando de a poco los ojos para dormirnos definitivamente, que sería el
objetivo al cual queremos llegar. No conozco a nadie que le guste mantener una
conversación durante un viaje en colectivo, algunos sólo lo hacen por querer ser simpáticos...
lunes, 18 de febrero de 2013
La hora en el bolsillo..
Maldito bolsillo derecho. Maldito
bolsillo derecho que apareciste para guardar los celulares de la gente.
Malditos celulares que vienen con la hora actualizada automáticamente. Malditos
todos porque ahora ya nadie se nos acerca ni siquiera para preguntarnos que
maldita hora es…
lunes, 4 de febrero de 2013
Año 2013.
Siglo XXI. Y todavía los jabones se siguen partiendo a la
mitad cuando recién se encuentran en la mitad de su vida útil.
domingo, 3 de febrero de 2013
Nuevo año, nuevas quejas..
A ver si me hago entender. No
tengo problemas para hablar con quien sea cuando hay que hacerlo. Si necesitas
que te aclare alguna duda, o bien sólo se trata de pasar el rato, podemos
sentarnos a charlar un rato. Puede ser hasta con unos mates de por medio. Puede
ser por teléfono, si es que no queres verme la cara, o si te es complicado
venir hasta acá. Lo único que te pido es que no me hables, no me llames por
teléfono, no me rompas las pelotas, cuando me estoy cepillando los dientes.
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