Las personas mayores siempre
tienen de qué hablar. Y creo que es debido a dos razones. La primera tiene que
ver con el fanatismo por temas referentes al clima. En mi caso pude contar
diecisiete comentarios sólo en una mañana. El otro motivo tiene que ver con la
memoria, la cual es inversamente proporcional a la cantidad de años de las
personas. Dicho motivo es el responsable de que los adultos se encuentren
repitiendo una y otra vez los mismos comentarios durante varios días, y ante
las mismas personas.
miércoles, 6 de junio de 2012
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