Hay una
sensación contradictoria que producen las avenidas (de doble mano), que creo
también tiene que ver un poco con el optimismo o, en mi caso, el pesimismo que
caracteriza a las personas que las transitan día a día.. Lo cierto es que,
cuando uno se está yendo de su casa, a cada cuadra que pasa a uno le parece que
no avanzó nada, y, por el contrario, cuando uno se encuentra volviendo, y
estando en ese mismo lugar, parecería que falta una eternidad..
lunes, 12 de marzo de 2012
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