Ciao agosto.

Quizás muchos de ustedes no estaban al tanto, pero lo cierto es que yo tenía preparadas varias anotaciones para publicar cuando el dólar estuviera a $33, pero fue tan fugaz ese momento que no me dieron tiempo. Y para quienes dicen que nunca hay buenas noticias desde este desgobierno macrista de mierda, les traigo una: dentro de un rato se termina agosto y por supuesto yo ya tengo preparada una sidra en la heladera que me quedó de año nuevo, cuando el dólar estaba a $18.   

Y sus votantes, también.

-Estás llorando, ¿qué te pasa?-

-Se me metió MACRI en el ojo.-

Prioridades.

Creo que para quienes hoy empiezan a hablar de “llegar bien al verano” y se preocupan por cuestiones físicas en lugar de un dólar a $34, debe ser muy común no coger durante todo el año.

Campaña.

Cuando sea presidente, la educación y la salud pública serán un derecho; y la siesta, por más que uno despierte al mediodía, una obligación.

Consejos (II).

A mí me pedís un consejo y lo único que tengo para decirte es que nunca pidas facturas “surtidas” porque te dan las que nadie lleva.

Caricias.

Es muy lindo que te acaricien el pelo hasta que te agarra el peluquero y te sienta en esa porquería de plástico diseñada para lavarte la cabeza en donde te queda el cuello apretado entre dos cuernos para que no puedas moverte mientras el tipo te tironea desde todos lados salpicándote agua hirviendo hasta el pupo mientras abre la botella del Plusbelle de manzana y uno ahí, haciendo puntitas de pie para no morir ahorcado porque todo en este mundo de mierda es perfilado para personas que alcanzan el metro ochenta.

Agosto. Agosto. Agosto.

Me parece totalmente válido no festejar tu cumpleaños por el solo hecho de haber nacido en agosto. Yo los cumplo en septiembre y mi excusa es que todavía no me recupero del mes pasado.

Andate de una vez (y para siempre).

Qué lindo mes agosto, dijo nunca nadie, jamás.

Límite.

Comidas que de chiques no nos gustaban y que hoy son nuestras preferidas. Ustedes no, pasas de uva. Rajen de acá.  

Es hoy. Será ley.

El resultado importa. Las pibas importan. Esto sirve para abrir los ojos. Las pibas nos abrieron los ojos. Las pibas irán por más. Nosotros, también, iremos por más.

Prendí la tele. Apagué la tele. Subí el volumen pero también lo puse en mute varias veces escuchando a estos dinosaurios “que nos representan”. Ojalá también sirva para las próximas elecciones.

Las pibas, lxs jóvenes, son el futuro. A ellxs hay que escuchar. De ellxs hay que aprender.

Coherencia.

Si los pro aborto clandestino fuesen al menos un poco coherentes, utilizarían para sus producciones un programa como el Paint, y harían toda su difusión a través de cadenas de e-mails, análogas al atraso que significan.

Uno más.

La única manera de bancarse Agosto sería que viniera acompañado por una ley que nos mande a dormir la siesta de lunes a viernes sin alarmas y los teléfonos apagados.

Un año sin vos.

Une se identifica. Une se siente parte. Bien pude haber sido yo. Bien pudo haber sido cualquiera de nosotres. Cuando algo nos mueve, cuando algo nos hace ruido, cuando algo con lo que no estamos de acuerdo sucede, nos manifestamos. De cualquier forma. De todas las formas. Y quienes no, allá elles. Para mí no existen. No sirven. No sienten. Seguro es más fácil quedarse quietes, en la comodidad de sus vidas y en la conformidad de un sistema que les avasalla. Y se entregan. Quizás sin darse cuenta. Quizás sin notarlo. O tal vez, quién sabe, conformes. Pero no yo. Y vos tampoco. Entonces nos manifestamos. Entonces reclamamos. Y así logramos, o por lo menos, tal vez, lo intentamos. Hacemos ruido. Dejamos una marca. Se me ríen las medias, y, a la vez, se me revuelve el estómago cuando escucho que no es la forma. Que así nunca se logró nada. Que dejemos gobernar. Ignoran los libros. Desconocen la historia. Y vos estás ahí. Siempre vas a estar. En nuestra memoria. En el recuerdo. En toda manifestación. En todo lugar. Yo no te olvido. Me movilizo por vos. Y exijo justicia. Santiago Maldonado. Presente. Ahora. Y siempre.